La primera es la intimidad. La intimidad significa que el niño se siente amado. Esto es muy importante, porque para que un niño sienta que quiere mejorar espontáneamente, primero debe sentir que es digno. La educación temprana de muchos padres consiste en reprimir a sus hijos. Los niños se sentirán indignos e indignos, por lo que no dirán que son barro. No quiero mejorar voluntariamente. Este es el primero.
El segundo es el sentido de poder. Cuando un niño es pequeño, uno de sus poderes es en realidad muy débil. Por eso el niño llora cuando no está de acuerdo con una frase, porque se siente muy impotente. ¿No es el mundo entero una broma? ¿Por qué los adultos no son quisquillosos con la comida? Es porque los adultos pueden elegir lo que comen, pero los niños no. El sueño, la comida y el baño del niño están todos organizados, por lo que tiene una sensación de impotencia en todas partes de su vida, que es impotencia aprendida. Un niño así pensará que soy débil, que soy pobre y que no me atrevo, por lo que no dirá conscientemente que tengo que mejorar por mi cuenta. ¿Cómo podemos darles a los niños tal sensación de poder? Intente crear pequeñas cosas que permitan a los niños experimentar el éxito.
De hecho, muchos de nosotros, los adultos, solemos olvidar que no es fácil para los niños hacer muchas cosas. Solo amplificaremos el rendimiento o algo así, pero cuando el niño se vuelve torpe por primera vez, por ejemplo. , hace algo, por ejemplo, derramó el agua, pero cuando realmente tuvo esta conciencia, el niño que podemos celebrar trató de magnificarlo, por ejemplo, tuvo miedo, pero caminó muy rápido, aunque se cayó en el fin. Pero también podemos animarle diciéndole que eres genial y que puedes dar el primer paso. Estas sutiles diferencias no significan que solo elogiemos al niño después de que lo haga, sino que su dedicación y esfuerzo en el proceso le ayudarán a acumular mucha fuerza.
El tercero es el control. El control es en realidad muy simple, es hacer que los niños sientan que sus propias vidas las deciden ellos mismos en la medida de lo posible. Desde que tenía dos años no tengo reglas sobre con qué jugar, qué comer y qué ropa ponerme hoy. Es totalmente posible que los niños tomen sus propias decisiones sobre estos asuntos. A veces, mi madre se siente un poco débil y mi madre no lo sabe. ¿Qué dijiste? Entonces el niño dijo: Mamá, déjame decirte cómo hacerlo. En este estado, cierta interacción puede ayudar a los niños a aumentar su sensación de control.
El poder del amor, la sensación de poder y control. De hecho, cuanto más estable y circular sea este triángulo, más automotivación tendrán los niños. Porque él sentirá que tengo un sentido de pertenencia, que soy amado, que soy capaz y que la vida es suya, por eso tiene esa automotivación.