Primero, las personas con autismo suelen tener dificultades de comunicación.
En segundo lugar, las personas con autismo pueden tener dificultades sociales.
Finalmente, las personas autistas tendrán conductas estereotipadas.
Hablemos primero de las habilidades comunicativas. Muchos niños autistas carecen o incluso pierden la capacidad de pronunciar palabras habladas. Algunos pueden hablar normalmente pero no pueden organizar oraciones completas.
Algunos niños más pequeños suelen llorar o gritar en lugar de usar palabras porque no pueden expresar sus emociones con palabras.
Los niños mayores pueden tomar la mano de un adulto para expresar lo que quieren, pero sus expresiones faciales son muy frías y rara vez expresan sus deseos asintiendo, sacudiendo la cabeza o saludando.
Muchas personas autistas carecen de habilidades sociales porque no pueden expresar sus emociones.
En la infancia, los niños evitan el contacto visual con los demás, carecen de interés y respuesta a las voces humanas y no están dispuestos a acercarse a los demás.
Y algunos pacientes de edad avanzada pueden carecer de comprensión de las actividades sociales, ignorar o ser incapaces de sentir las emociones de los demás y, especialmente, no pueden ajustar su comportamiento de acuerdo con las situaciones sociales.
Las personas con autismo también tienen algunas conductas estereotipadas. Muchos pacientes sólo están interesados en una o unas pocas cosas. Por ejemplo, algunos niños pueden estar especialmente interesados en objetos redondos y giratorios, como tapas de botellas o ruedas, y pueden mirarlos fijamente durante todo el día.
Muchos pacientes también se comportan de manera estereotipada, por ejemplo, suelen hacer las cosas o jugar con los juguetes de la misma manera, requieren que los objetos se coloquen en lugares fijos, salen por la misma ruta y solo comen. la misma comida durante mucho tiempo.
En ese momento, no pude evitar pensar en "Sheldon" en "The Big Bang Theory". Llamar tres veces es un estereotipo típico.
Sin embargo, cabe señalar que, aunque la mayoría de los pacientes autistas tienen las tres características anteriores, todavía hay algunos pacientes cuyas manifestaciones de estas características no son obvias. Tener estas tres características no significa necesariamente que lo sean. autista.
La mejor manera de juzgar el autismo es acudir a un centro de salud mental o a un hospital general habitual y ser diagnosticado por un médico profesional.