Algunas grandes innovaciones tecnológicas podrían ayudarnos a capturar imágenes de grandes represas. Quizás esto esté relacionado con el hecho de que los humanos hemos estado sufriendo inundaciones y sequías durante mucho tiempo, lo que hace que la obediencia del agua hacia nosotros sea extremadamente fascinante. Pero sentirse atraído a veces significa estar ciego. Algunos proyectos de megarepresas plantean peligros que pueden hacer más daño que bien.
La lección que aprendemos de las represas es que lo grande no necesariamente es hermoso. La construcción de una presa grande y poderosa no ayudará a marcar el éxito del país y su pueblo en la defensa de sus derechos. La presa de Asuán consolidó el liderazgo de Egipto en el mundo árabe, mientras que la presa de Ataturk también contribuyó al estatus de primer mundo de Turquía.
Pero estas represas a menudo no funcionan como se esperaba. Por ejemplo, la presa de Asuán bloqueó las inundaciones del río Nilo, pero también provocó que Egipto perdiera el rico sedimento que quedó después de la inundación. Esta fue una represalia por el desastre, pero actualmente todo el sedimento sólo es suficiente para generar electricidad.
A día de hoy, el mito del control del agua continúa. Esta semana, Eslovaquia y Hungría, en el centro de la civilización europea, fueron más allá de enviar sólo un puñado de tropas para resolver su disputa sobre represas en la cuenca del Danubio. Esta contradicción a gran escala se ha convertido en un problema común de las represas gigantes. Al mismo tiempo, Eslovaquia luchaba por independizarse de la República Checa. Por ahora, necesita una presa para demostrar su valía.
Mientras tanto, en India, el Banco Mundial ha aprobado la construcción de la presa Narmada, aunque fue un proyecto mal juzgado. Mientras tanto, el banco insiste en hacerlo a pesar de que sus asesores argumentan que la presa provocará pérdidas de energía y daños ambientales. Lo único bueno de esta presa es su energía, pero son garantías a largo plazo.
De hecho, el estudio científico de los impactos de las represas y los costos y beneficios del control del agua podría ayudar a resolver estas disputas. El poder de la energía hidroeléctrica, el control de inundaciones y el riego no requiere la construcción de enormes represas. Pero es difícil centrarse en la realidad o la ciencia cuando se abordan estas teorías ridículas. Es hora de que el mundo aprenda las lecciones de la presa de Asuán. No es necesario cruzar la presa para salvarse.