La filosofía de Confucio enfatizaba la moralidad personal y gubernamental, la corrección de las relaciones sociales, la justicia y la sinceridad. Durante la época en la que competían cien escuelas de pensamiento, sus seguidores compitieron con éxito con muchas otras escuelas de pensamiento, pero fueron suprimidos por el legalismo durante la dinastía Qin. Tras la victoria de los Han sobre Chu y el colapso de Qin, las ideas de Confucio obtuvieron reconocimiento oficial y se desarrollaron aún más hasta convertirse en un sistema conocido como confucianismo.
A Confucio se le atribuye tradicionalmente la escritura o edición de muchos textos clásicos chinos, incluidos los Cinco Clásicos, pero los eruditos modernos desconfían de afirmaciones específicas del propio Confucio. Los aforismos sobre sus enseñanzas se recopilaron en las Analectas, pero sólo muchos años después de su muerte.
Los principios de Confucio se basaban en tradiciones y creencias chinas comunes. Abogó por una fuerte lealtad familiar, el culto a los antepasados, que los hijos respetaran a sus mayores y las esposas respetaran a sus maridos. También recomendó a la familia como base de un gobierno ideal. Creía en el conocido principio "Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti", una de las primeras versiones de la Regla de Oro.