¿Cuál es la historia del desarrollo de la ópera británica?

Gran Bretaña en la primera mitad del siglo XVII también era un país turbulento. La nueva aristocracia burguesa, compuesta principalmente por puritanos (protestantes calvinistas comprometidos con la eliminación de los restos del catolicismo en la Iglesia de Inglaterra), ganó la lucha contra el rey y tomó el poder mediante la Revolución Burguesa Inglesa y la Guerra Civil. La doctrina del calvinismo, tal como la creían los puritanos, predicaba la abstinencia y buscaba evitar todos los placeres mundanos. La música fue prohibida porque era un medio perverso para atraer a la gente hacia placeres peligrosos. En aquella época, la ópera acababa de llegar a Inglaterra. Después de que los puritanos llegaron al poder, prohibieron todos los teatros de ópera, cerraron todos los teatros de ópera en Gran Bretaña y abolieron la música de las ceremonias religiosas originales en Gran Bretaña. Durante un tiempo, la ópera británica quedó en silencio.

La dinastía Estuardo fue restaurada en Inglaterra desde el 65438 al 0658. Esta regresión histórica se convirtió en un punto de inflexión en el desarrollo de la música británica. El músico británico más importante de finales del siglo XVII fue Purcell. Purcell compuso una gran cantidad de música religiosa, canciones y partituras dramáticas destacadas durante su corta vida. La contribución más importante es la ópera en sus últimos años, que tiene evidentes gustos y características nacionales de los ciudadanos británicos. Su obra maestra "Sol y falda" se ha convertido en una obra maestra poco común entre las óperas regionales británicas. Después de la muerte de Purcell, el desarrollo de la ópera británica volvió a estancarse y las óperas italianas inundaron los teatros británicos. En 1714, Handel se estableció en Inglaterra, aportando vitalidad al aburrido mundo de la ópera británica. Su ópera "Rinaldo" fue muy popular en Inglaterra. Sin embargo, a finales de la década de 1820, la ópera tradicional italiana perdió gradualmente su mercado debido a sus guiones aburridos, contenido vacío y tramas similares, que no podían adaptarse a los gustos crecientes de los ciudadanos productivos que se desarrollaron con el comercio y la colonización. En ese momento, se representó en Londres una ópera del mendigo (letra de John Gay, canciones de Pepush). La ópera se basaba en la vida cotidiana, utilizaba diálogos populares y humorísticos y melodías populares, y obtuvo una gran aclamación del público. La ópera italiana representada por Handel fue satirizada despiadadamente en la obra, lo que asestó un duro golpe a la ópera italiana en el Reino Unido. La ópera dirigida por Handel finalmente cerró debido a pérdidas. En ese momento, Handel centró su energía en la creación de oratorios y el dominio de la ópera italiana en Gran Bretaña llegó a su fin.