El concepto de capacidad fue propuesto formalmente por primera vez por el profesor David McClelland de la Universidad de Harvard en 1973. Se refiere a las características profundamente arraigadas del desempeño sobresaliente de un individuo en un determinado trabajo que pueden distinguirlo de la gente común. Puede ser cualquier característica individual que pueda medirse o contarse de manera confiable, como motivaciones, rasgos, autoimagen, actitudes o valores, conocimiento en un campo, habilidades cognitivas o conductuales que distinguen significativamente el desempeño sobresaliente del promedio.
Las características de competencia son características que un individuo posee y utiliza consistentemente de manera apropiada para lograr el desempeño deseado. Estas características incluyen conocimientos, habilidades, autoimagen, motivaciones sociales, personalidad, estilos de pensamiento, conjuntos mentales y formas de pensar, percibir y actuar. La capacitación en competencias está diseñada para ayudar a los participantes a lograr las características requeridas.
Sin embargo, algunos académicos definen la competencia desde una perspectiva más amplia, creyendo que la competencia incluye tres dimensiones: carrera, comportamiento e integración estratégica. La dimensión ocupacional se refiere a habilidades para manejar tareas diarias específicas; la dimensión conductual se refiere a habilidades para manejar tareas no específicas y arbitrarias y la dimensión estratégica integral se refiere a habilidades de gestión combinadas con el contexto organizacional;