Precisión: utilice términos y definiciones precisos y evite expresiones vagas. Al mismo tiempo, todos los datos y la información deben verificarse y confirmarse para garantizar que no haya errores ni contenido engañoso.
Claridad: El estilo de escritura debe ser claro, conciso y conciso, y evitar el uso de estructuras oracionales complejas y palabras difíciles de entender. Al mismo tiempo, la estructura de los párrafos debe organizarse de manera razonable para que los lectores puedan comprender y seguir las ideas.