Estudiar en el extranjero
Estudiar en el extranjero tiene muchos beneficios. En primer lugar, al mirar a nuestro propio país desde fuera, podemos ver mejor sus fortalezas y debilidades, ampliando así nuestros horizontes y nuestras mentes. En segundo lugar, cuando estudiamos en el extranjero, podemos viajar mucho, visitar atracciones famosas y hacer amistad con la gente local. En tercer lugar, podemos utilizar idiomas extranjeros en nuestra vida diaria, de modo que nuestras habilidades en un segundo idioma puedan mejorar rápidamente. Pero lo más importante de asistir a una universidad en el extranjero es aprender sobre la última tecnología y aprovechar las excelentes instalaciones. A pesar de estas ventajas, vale la pena estudiar en el extranjero.
Sin embargo, así como todo tiene dos caras, también existen algunas desventajas al asistir a una universidad en el extranjero. El problema más grave es la barrera del idioma. La mayoría de los estudiantes que se preparan para viajar al extranjero no saben mucho sobre los idiomas que se hablan allí. Como resultado, una vez allí, les resulta difícil entender lo que dice el profesor. Además, pueden tener problemas para manejar diversas situaciones debido a la falta de comprensión de las costumbres y estilos de vida de la población local. Por eso a menudo se producen malentendidos. Además, el costo de vida es mucho más alto que en nuestro país, por lo que la mayoría de los estudiantes tienen que buscar trabajos a tiempo parcial para mantenerse. Ante estas dificultades, muchos estudiantes descubren que no pueden centrar toda su atención en sus estudios, e incluso algunos estudiantes pueden incluso fracasar y no aprender nada.
Por lo tanto, si existe la oportunidad de estudiar en el extranjero, una persona debe considerar cuidadosamente dos factores antes de tomar una decisión. En general, es bueno estudiar en el extranjero, especialmente cuando la materia es muy débil o inexistente en nuestro país. Pero, por otro lado, no podemos ignorar las deficiencias.