El médico recogió un trozo de madera carbonizada del fuego. Usó el trozo de madera para escribir el nombre de la medicina en la puerta de la casa. "Cómprele este medicamento", dijo. "Estará bien pronto".
La familia y los amigos de Mike no sabían qué hacer. No pueden entender esta extraña escritura. Entonces el panadero del pueblo tuvo una idea. Quitó la puerta de la casa, la metió en su coche y se dirigió al pueblo más cercano. Compró la medicina y Mike se recuperó rápidamente. No dejaría que nadie borrara esas palabras mágicas en su puerta.