Ai Qing es bueno para capturar imágenes de manera precisa y apropiada, dándoles una amplia gama de significados simbólicos, haciendo que los poemas sean más profundos y ricos, haciendo que la gente piense y recuerde, como "Cae nieve en China". . Concede gran importancia a la fusión de sonido y color, y construye imágenes novedosas a través de la fusión de ambos, logrando así situaciones únicas en poemas como "El trompetista y la antorcha". Es bueno utilizando la reproducción cromática e incluso la disposición de las líneas de composición para aumentar la viveza de la imagen, como "Trolley".
Los poemas de Ai Qing tienen la belleza de la prosa. Muchos de sus poemas no riman, pero permiten que las emociones fluyan libremente, contagiando al lector de pasión interior.