En primer lugar, una alta tasa de autocitas no significa necesariamente un artículo de alta calidad. A veces, los autores pueden citar demasiado su propia investigación para mostrar su impacto y contribución. En este caso, la alta tasa de autocitas puede reflejar el exceso de confianza de los autores en sus propios resultados, ignorando el valor de referencia de otros estudios relacionados. Además, la elevada tasa de autocitas también puede deberse a que el tema de investigación del autor es limitado, por lo que sólo puede citar los resultados de su propia investigación. En este caso, una tasa alta de autocitas no significa que el artículo sea de alta calidad.
En segundo lugar, una tasa baja de autocitas no significa necesariamente que el artículo sea de alta calidad. A veces, los autores pueden evitar citar su propia investigación por temor a ser percibidos como duplicación o plagio. En este caso, una tasa baja de autocitas puede reflejar el respeto del autor por las normas académicas, pero no significa que el artículo sea de alta calidad. Además, la baja tasa de autocitas también puede deberse a los amplios temas de investigación del autor y a la necesidad de citar una gran cantidad de literatura externa. En este caso, una baja tasa de autocitas no significa que el artículo sea de baja calidad.
En resumen, la tasa de autocitas tiene cierta relación con la calidad del artículo, pero no es una correlación absoluta positiva o negativa. Para evaluar la calidad de un artículo, se deben considerar de manera integral muchos factores, como la innovación, la lógica, la adecuación de la argumentación, la racionalidad del diseño experimental, etc. Al mismo tiempo, también se debe prestar atención a si el autor sigue las normas académicas, como evitar el plagio y la publicación duplicada.