1. En la mayoría de los casos, el adverbio sigue al verbo. Si es un verbo transitivo y va seguido de un objeto, el adverbio suele colocarse después del objeto. Por ejemplo, el "también" en "Quiero jugar baloncesto con ellos" (también quiero jugar baloncesto con ellos) se coloca después del verbo "querer".
2. Cuando un adverbio modifica a un adjetivo, el adverbio suele colocarse antes de la palabra que se modifica. Pero vale la pena señalar que "suficiente" es una excepción y generalmente se coloca después de la palabra que se modifica.
3. En algunos casos, los adverbios también pueden ubicarse al principio o en medio de la oración. Por ejemplo, cuando un adverbio hace referencia a un tiempo o lugar determinado, se coloca al final de la oración. Además, los adverbios también se pueden colocar antes del sujeto, como "Obviamente, tienes razón". (Obviamente, tienes razón. "Obviamente" es) delante de la oración.