Creo que, ante todo, la vida es el origen de los milagros, y la innovación que responde a las necesidades de la vida real debería ser buena. En segundo lugar, es crucial que tomemos medidas para poner a prueba nuestras ideas, lo que puede ser potencialmente milagroso, en cuyo caso la felicidad hablará por sí sola. En tercer lugar, como dice el refrán, "Perseverancia, fracaso diecinueve, éxito veinte veces".
Las mencionadas anteriormente pueden no ser las mejores respuestas, pero, en lo que a mí respecta, definitivamente son necesarias para mejorar las capacidades de innovación.