Papel de navegación para barcos

Los sueños son nuestras metas. Sin objetivos no habrá progreso. Los sueños son nuestra navegación. Sin navegación no hay dirección correcta. Los sueños son nuestra navegación. Sin navegación no hay dirección correcta. Los sueños son nuestras esperanzas. Sin esperanza no podemos salir del atolladero del fracaso. Los sueños son cálidos, brillantes y hermosos. Florecemos gracias a nuestros sueños.

Érase una vez una gran expectativa, pero era un sueño difícil de realizar. En el camino, cada vez más obstáculos me obligaron a frenar mi persecución. Con el tiempo me di por vencido.

De vez en cuando veo algún artículo sobre sueños y me pregunto ¿dónde está mi sueño? La respuesta a esta pregunta se encuentra en lo profundo de una memoria. La caja del tiempo emite el sonido duradero de la flauta. Lo había abandonado en algún lugar hace mucho tiempo y ya nadie se dio cuenta. Lo encontré, silencioso y humilde, gimiendo y protestando. Alguna vez quise ser intérprete profesional, pero no sé cuándo me abandonó este sueño.

Levanté el pesado cuerpo de la flauta y el sonido fue quebrado y tembloroso, muy parecido a ese sueño tembloroso. Me había rendido por demasiado tiempo y era hora de empezar de nuevo. Estaba decidido a lograr la calidad de sonido y el tono originales sin importar lo que pasara, y zarpé hacia mi sueño nuevamente.

Por eso, es necesario reducir el tiempo que dedicamos a hacer los deberes todos los días, por lo que debemos aumentar la frecuencia de hacer los deberes para que tengamos tiempo de practicar.

Una noche, después de terminar mis deberes, descubrí que ya era muy tarde. Es hora de irse a la cama. Me costaba dormir o practicar la flauta. Miré el estuche de la flauta y pude sentir que me llamaba. Sí, perseveraré por ese sueño. Reprimí mi somnolencia y me preparé para practicar la flauta.

Con el paso del tiempo, mi padre, que siempre había estado en silencio, también sonrió y elogió "¡el progreso!". La alegría en mi corazón era como las burbujas de Coca-Cola que saltaban y hervían, y grité de emoción. Creo que ahora soy feliz gracias a mis sueños.

El sueño me hizo darme cuenta de que debía trabajar duro, nunca rendirme y nunca dejarme caer. Los sueños me dan la motivación y la esperanza para seguir adelante. Creo que algún día haré realidad mi sueño. Aunque no pueda, no importa, porque tengo un sueño en mi corazón y no tengo miedo al fracaso.

¡Es genial tener sueños!