1. Amor y cuidado: estos padres están llenos de amor por sus hijos y se preocupan por su crecimiento y desarrollo. Están dispuestos a dedicar tiempo y energía a comprender las necesidades de sus hijos y ayudarlos a resolver sus problemas.
2. Paciencia y comprensión: La paciencia es la clave para educar a los niños. Estos padres pueden comprender los comportamientos y emociones de sus hijos y darles suficiente tiempo y espacio para crecer y aprender.
3. Comunicación y escucha: Estos padres son buenos para comunicarse con sus hijos y escuchar los pensamientos y sentimientos de sus hijos. Respetarán las opiniones de sus hijos y los animarán a expresar sus propias opiniones.
4. Predicar con el ejemplo: Estos padres predicarán con el ejemplo y darán ejemplo a sus hijos con su propio comportamiento. Seguirán las reglas, serán honestos, trabajarán duro y serán positivos.
5. Ánimo y apoyo: Estos padres fomentarán y apoyarán los intereses y pasatiempos de sus hijos y les ayudarán a desarrollar la confianza en sí mismos. Prestarán atención al progreso de sus hijos y les darán elogios y afirmaciones oportunas.
6. Flexible y abierto: Estos padres pueden ajustar de manera flexible sus métodos educativos según las diferentes etapas y necesidades de sus hijos. Están dispuestos a probar nuevos conceptos y métodos educativos y continuar aprendiendo y mejorando.
7. Sentido de responsabilidad: Estos padres tienen un fuerte sentido de responsabilidad y creen que educar a sus hijos es su propia responsabilidad. Harán todo lo posible para crear un buen entorno de crecimiento para sus hijos.
En definitiva, los padres que saben educar con paciencia a sus hijos suelen tener amor, paciencia, comprensión y capacidad de comunicación. Dan ejemplo, alientan y apoyan a sus hijos y son flexibles, abiertos y responsables. Estas características ayudan a criar niños sanos, felices, seguros e independientes.