Examen para detectar el síndrome de la arteria espinal anterior

1. Angiografía espinal

Teóricamente, tiene valor diagnóstico para el síndrome de la arteria espinal anterior, pero sus altas complicaciones neurológicas y su pobre efecto diagnóstico limitan la aplicación y promoción de esta tecnología.

2. Imágenes por resonancia magnética (IRM)

La resonancia magnética tiene una alta resolución de los tejidos blandos, puede mostrar directamente el alcance de las lesiones isquémicas de la médula espinal y también es útil en el diagnóstico diferencial de las causa primaria. Desempeña un papel importante y es un método de examen valioso para el síndrome de la arteria espinal anterior. Actualmente, la resonancia magnética es el mejor método de examen auxiliar para esta enfermedad, siendo las imágenes sagitales y axiales ponderadas en T2 (T2WI) las más útiles.

En la fase hiperaguda del síndrome de la arteria espinal anterior (menos de 6 horas), los hallazgos de la resonancia magnética son en su mayoría normales.

La médula espinal isquémica en la fase aguda (6 a 24 horas) también aparece isointensa en las imágenes potenciadas en T1 (T1WI). Las imágenes ponderadas por difusión (DWI) son muy sensibles a las lesiones isquémicas y pueden detectar cambios de señal en la fase aguda de la lesión. Diez días después de la lesión, algunos pacientes todavía no presentan cambios anormales en la resonancia magnética y los exámenes de resonancia magnética se pueden repetir si las condiciones lo permiten.

En la fase subaguda, 24 horas después del inicio, comienza a aparecer un angioedema extenso. En este momento, la médula espinal se vuelve más gruesa y los primeros 2/3 del período isquémico de la médula espinal muestran baja señal en T1WI y. señal alta en T2WI. En las exploraciones axiales, algunos pacientes pueden tener lesiones redondas típicas en el asta anterior de la médula espinal, que muestran el "signo del ojo de águila". La exacerbación de la isquemia puede afectar los astas dorsales y los cordones laterales posteriores, incluidos los haces corticoespinales cruzados y, en casos graves, puede producirse daño transversal.

3. Examen electromiográfico

Puede desempeñar un papel importante en el diagnóstico y pronóstico de la enfermedad.

4. Punción lumbar

Los resultados mostraron que el canal espinal no estaba obstruido y el contenido de proteínas del líquido cefalorraquídeo aumentó.