Rodin es un famoso escultor francés. Dedicó mucha energía a darle forma a una estatua de Balzac. Dedicó una cantidad de tiempo desconocida y finalmente la completó una noche. Rodin estaba muy orgulloso de su trabajo. Lo miró repetidamente y se sintió satisfecho. Para permitir que otros compartieran su alegría y al mismo tiempo permitir que otros evaluaran los pros y los contras del trabajo, despertó a un estudiante durante la noche y lo llevó hacia la estatua.
El estudiante somnoliento abrió los ojos con fuerza y de repente descubrió que esta escultura era sumamente hermosa. De repente se puso enérgico, abrió los ojos y lo admiró atentamente, una sonrisa apareció en su rostro y se sumergió en la misma alegría que el maestro. En este momento, Rodin no solo miró la estatua, sino que también miró a los estudiantes con el rabillo del ojo. Quería buscar las expresiones faciales de los estudiantes para evaluar su propio trabajo. De repente, descubrió que los ojos de los estudiantes ya no se quedaban en toda la escultura, sino que gradualmente se centraban en las manos de la estatua. Las manos de la estatua están dobladas y colocadas sobre el cofre de manera realista, lo que parece tener un gran atractivo y tentación.
Rodan notó que los ojos del estudiante estaban enfocados en sus manos y nunca se alejaban. A los ojos de este príncipe, parecía que la estatua sólo tenía manos y nada más. Los estudiantes estaban tan absortos observando que se olvidaron del maestro. Después de mucho tiempo, Rodan escuchó a su discípulo murmurar para sí mismo: "Es tan maravilloso, tan hermoso. ¡Nunca había visto un par de manos tan maravillosas!"
La expresión del rostro de Rodan La sonrisa desapareció. Frunció los labios y caminó por la habitación. Después de un rato, se apresuró a regresar al dormitorio y despertó a los otros dos estudiantes. Les dijo a los estudiantes: "La estatua de Balzac está terminada. Por favor, miren bien esta estatua".
Los dos estudiantes miraron la estatua y después de un rato eran como el primer estudiante que crecía. —— Sus ojos finalmente se posaron en la mano de la estatua. Le dijeron al maestro: "La parte más exitosa de la estatua son estas manos, que son simplemente un par de manos mágicas y realistas".
Al ver a los tres estudiantes admirando estas manos al unísono, Rodin rugió Get arriba: "Manos, manos, manos ..." Después de gritar, regresó al estudio, tomó un hacha, fue directo a la estatua y con un crujido, Rodin cortó las "manos perfectas".
Esta historia me inspiró mucho: Rodin "cortó la mano" (de la escultura). ¡Vale la pena aprender de mí este espíritu emprendedor de lucha por la belleza!