En la isla Jackson, conoció inesperadamente a Jim, un esclavo que escapó de la casa de la señorita Watson. Cuando a Huck se le pide que guarde un secreto, inmediatamente se enfrenta a una elección: ¿mantenerlo en secreto o exponer a Jim a la ciudad? Los prejuicios raciales de la sociedad y la familia dificultan que a Huck le resulte difícil tomar una decisión. Pero Huck finalmente decide ayudar a Jim porque tiene muchos menos prejuicios que los adultos. El buen carácter del niño supera la deformidad de la conciencia. En el capítulo 16, la contradicción entre el buen carácter de Huck y la deformidad de su conciencia se vuelve aún más obvia: ¿debería enviar a Jim de regreso a la casa de la señorita Watson? Decidió escribir una carta para denunciar a Jim. Pero se queda estancado cuando piensa en sus días de fuga y en la profunda amistad que formaron. Finalmente, después de un momento de profunda reflexión, como si ni siquiera pudiera respirar, se dijo: "Bueno, entonces el infierno es el infierno", y de repente arrancó la carta. Huck tomó una decisión que iba en contra de la moral tradicional. En su viaje río abajo, Huck y Jim pasan de ser compañeros de viaje a amigos respetados, y luego recurren a los familiares más cercanos del otro. Al pensar en cómo Jim lo protegía y cuidaba, Huck decidió ayudar a Jim, estando incluso dispuesto a sacrificar su propia alma a cambio de la libertad de Jim. Su mente madura es prueba suficiente. ¡La bondadosa naturaleza de Huck conquistó una vez más la deformidad de la conciencia!
Traducción cansada
Traducido completamente por mí mismo. . . Estoy agotado