Miosina
La proteína es un componente importante de todas las células y tejidos del cuerpo humano. Todos los componentes importantes del cuerpo necesitan proteínas. En general, las proteínas representan alrededor del 18% de la masa total del cuerpo humano, y lo más importante es su relación con los fenómenos de la vida. La proteína es la base material de la vida y una macromolécula orgánica.
Los miofilamentos gruesos son uno de los componentes de las miofibrillas de las células del músculo estriado y están compuestos principalmente por miosina. La miosina es una varilla larga con un extremo agrandado hasta formar una bola. Hay alrededor de 200 a 300 miosinas en un miofilamento grueso, que están dispuestas en paralelo y escalonadas para formar la columna vertebral del miofilamento grueso. Las cabezas globulares de cada molécula se distribuyen en una disposición específica en ambos extremos de la columna vertebral de los filamentos musculares gruesos.
Miofilamentos gruesos y finos
Las miofibras contienen muchas miofibrillas, que son cilindros de proteína muscular. Estas proteínas permiten que las células musculares se contraigan. Las miofibrillas contienen dos tipos de miofilamentos orientados paralelos al eje largo de la fibra. Estos miofilamentos están dispuestos en un patrón hexagonal y se dividen en miofilamentos gruesos y delgados. Cada filamento grueso está rodeado por seis filamentos delgados.
Tanto los miofilamentos gruesos como los delgados están unidos a otra estructura llamada disco Z o línea Z, que es perpendicular al eje largo de la fibra (el músculo que va de una línea Z a la otra). llamados sarcómeros). Perpendicular a la línea Z hay una estructura llamada túbulo transversal o túbulo T, que en realidad es parte de la membrana celular que se extiende profundamente hacia la fibra. Dentro de la fibra, que se extiende a lo largo del eje longitudinal entre los túbulos T, hay un sistema de membrana llamado retículo sarcoplásmico, que almacena y libera iones de calcio que desencadenan la contracción muscular.
Los filamentos gruesos y finos realizan el trabajo real del músculo y lo hacen de formas bastante interesantes. Los miofilamentos gruesos están compuestos de proteínas llamadas miosina. A nivel molecular, los miofilamentos gruesos son objetos en forma de eje compuestos de moléculas de miosina dispuestas en un cilindro. Los delgados miofilamentos están hechos de otra proteína llamada actina y parecen dos collares de perlas enrollados uno alrededor del otro.
Durante la contracción, los filamentos gruesos de miosina se agarran a los filamentos finos de actina formando puentes cruzados. Los filamentos gruesos tiran de los filamentos delgados, acortando los sarcómeros. Dentro de una fibra muscular, las señales que indican la contracción se sincronizan a nivel de toda la fibra, lo que hace que todas las miofibrillas que forman el sarcómero se acorten simultáneamente.
En el surco de cada miofilamento delgado hay dos estructuras que permiten que el filamento delgado se deslice a lo largo del filamento grueso: una proteína con forma de varilla larga llamada tropomiosina; un complejo de proteínas globulares llamadas troponinas; La tropomiosina y la troponina son interruptores moleculares que controlan la interacción entre actina y miosina durante la contracción. Durante la contracción, los filamentos delgados se deslizan más allá de los filamentos gruesos, lo que provoca que los sarcómeros se acorten.