Cuando los estudiantes son disruptivos y desobedientes, algunos profesores malhumorados no sólo abusarán de los niños sino que también los golpearán. Si los profesores golpean y regañan con frecuencia a los estudiantes, esto tendrá algunos efectos negativos en los estudiantes. Por tanto, los profesores con mal carácter deben controlar su temperamento y no deben golpear ni regañar a sus hijos a su antojo.
¿Qué impacto tienen en el niño los golpes y regaños de un profesor?
Los azotes frecuentes a los niños dañarán gravemente la autoestima del niño, provocarán timidez, baja autoestima, soledad y otros problemas psicológicos negativos, y también pueden provocar graves resistencias y rebeliones en el niño. No sólo no logra orientar correctamente a los niños, sino que también es contraproducente. Golpear a un niño le hará pensar que el maestro está desahogando su ira. También le hará pensar que la violencia puede solucionar el problema, fomentando así la idea del débil y el fuerte, lo cual es muy perjudicial para él. el crecimiento del niño.
Hay muchas formas de educar, y no es aconsejable pegar ni regañar. Los maestros deben establecer conceptos educativos correctos, castigar a los niños de manera razonable dentro del alcance de su cognición y permitirles reconocer sus errores y reflexionar sobre ellos, volviéndose así más autodisciplinados.
Para que los niños estén dispuestos a aceptar el castigo necesario y corregir sus errores, los maestros deben comunicarse eficazmente con los niños durante la implementación del castigo y acordar tres capítulos con los niños con anticipación para que los niños puedan aceptar el castigo; con tranquilidad; el castigo no puede despertar la psicología rebelde del niño; trate de evitar el castigo corporal y no dañe la mente del niño.