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Derechos de los animales

Derechos de los animales

El punto clave es: sin consenso sobre los derechos humanos, el debate sobre los derechos de los animales es infructuoso.

El punto principal es el siguiente: en un contexto en el que no hay consenso sobre los derechos humanos, discutir los derechos de los animales no dará ningún resultado.

Lleva la discusión a los extremos desde el principio: te hace pensar que los animales deben ser tratados con la misma consideración que los humanos tratan a otros humanos, o no deben ser tratados en absoluto.

Llevará esta discusión a los extremos desde el principio: te hará pensar que los animales deben ser tratados como personas, o que los derechos de los animales no deben considerarse en absoluto.

Esta es una elección equivocada. Estos extremistas creen que los humanos son diferentes de los animales en todos los aspectos relevantes y creen que los animales están fuera del alcance de la elección moral.

Esto no está bien. Argumentar que los humanos son superiores a los animales en cualquier ámbito relevante coloca a los animales extremistas fuera de las consideraciones morales.

Cualquier preocupación por el sufrimiento animal se considera fuera de lugar: un desplazamiento emocional que debería dirigirse legítimamente hacia las emociones de otras personas.

Cualquier idea de que los animales están sufriendo es errónea: es el lugar equivocado para abordar el sentimentalismo humano.

Pero la forma más básica de razonamiento moral es sopesar los intereses de los demás frente a los propios. Para la mayoría de las personas, ver a un animal sufrir es suficiente para provocar simpatía.

Pero el punto más fundamental de la moralidad es pensar en los demás, no sólo en uno mismo. Ver a un animal sufrir es suficiente para provocar, en el mejor de los casos, simpatía.

Cuando esto sucede, no es un error sino el instinto humano de razonamiento moral en acción, que debe ser fomentado, no ridiculizado.

Cuando esto sucede Cuando esto sucede, no es un error, sino una reacción a un instinto moral. Esta reacción debe alentarse, no ridiculizarse.

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