El académico Wang Zhonglin desarrolló con éxito el generador más pequeño del mundo en 2006 y es conocido como el "padre de los nanogeneradores". Basándose en el nanogenerador triboeléctrico, aplicó de forma creativa el principio de carga por contacto de dos materiales a la tecnología de generación de energía. A diferencia de los generadores tradicionales, los nanogeneradores triboeléctricos tienen las características de alto voltaje, baja corriente y alta eficiencia a bajas frecuencias.
Esta tecnología rompe el teorema de inducción electromagnética de Faraday y se considera una idea original disruptiva, con principios científicos que van de 0 a 1. El académico Wang Zhonglin, científico jefe del Instituto de Nanoenergía y Sistemas de Beijing de la Academia de Ciencias de China, ganó un importante premio en el campo energético internacional por su invención del nanogenerador triboeléctrico, una tecnología energética innovadora.
El impacto de los nanogeneradores:
La tecnología de nanogeneradores puede reemplazar la tecnología de baterías tradicional como dispositivo de suministro de energía autónomo para diversos dispositivos electrónicos portátiles y micronanodispositivos. Esta tecnología puede reducir la dependencia de los metales pesados, es muy respetuosa con el medio ambiente y no es probable que cause contaminación ambiental. Los nanogeneradores pueden fabricarse a partir de materiales biocompatibles y no suponen ningún riesgo para la salud cuando se implantan en el cuerpo humano y, por tanto, podrían utilizarse como componentes de dispositivos nanobiológicos en el futuro.
Además, el consumo energético de procesamiento de los nanogeneradores es muy bajo, lo que ayuda a mejorar la eficiencia energética y reducir el desperdicio energético. En el futuro, se espera que los nanogeneradores se utilicen en equipos sanitarios, electrónica personal y equipos de vigilancia medioambiental, desempeñando así un papel en una gama más amplia de campos.