El estado infeccioso inicial de Pseudomonas es fiebre y agotamiento. El método de tratamiento requiere antibióticos adecuados. De esta manera, las bacterias son muy tenaces y desarrollarán resistencia a los medicamentos. La enfermedad puede controlarse temporalmente, pero recaerá. Por tanto, los antibióticos que utilizan las bacterias varían de persona a persona y requieren un tratamiento individualizado.
Lo más aterrador de la Pseudomonas es que puede provocar otras enfermedades, como infecciones de la sangre, que pueden provocar bacteriemia. El mejor enfoque es aconsejar a los pacientes que se aíslen, ya que los pacientes que están demasiado débiles para entrar en contacto con el mundo exterior se infectarán y morirán. Además, si no se controla bien la bacteriemia, se convertirá en sepsis, con una tasa de mortalidad de hasta el 80%. El estado de Sophie era tal que le preocupaba morir por sepsis, por lo que los médicos sugirieron que la hospitalización y el aislamiento reducirían el riesgo. Además, si Pseudomonas continúa infectando otras partes del cuerpo, la esperanza de curación reside en cambiar constantemente los apósitos para encontrar un método eficaz para el paciente.
Finalmente, si Pseudomonas no se puede controlar de manera estable y muta en masa, la palabra masa significa bacterias que son resistentes a demasiados antibióticos y no tienen ningún antídoto. Los pacientes aquí sólo tienen un callejón sin salida y casi ninguna posibilidad de sobrevivir. Esto es exactamente lo que preocupa al decano actualmente acerca de la mutación de la enfermedad de Sophie.