Si no quieres que tus padres hagan nada que los moleste, creo que la mejor manera es tener una conversación larga y honesta con ellos. ¿Hay algo que no puedo comunicar con mis padres? Después de todo, todavía te aman.
Más importante aún, este es tu futuro y tú eres quien debe tomar la decisión final. Lo que más necesitas merecer es a ti mismo. A tus padres les preocupa que no puedas encontrar un trabajo para mantenerte y les resulta difícil sentir tus pensamientos con tanta claridad como tú.
Por eso, en este momento crítico de la vida, debemos pensar bien qué camino queremos tomar y qué actitud queremos adoptar. Si lo decides, sé valiente. Enfrentarnos a nuestros padres puede ser sólo el primer paso, pero habrá más cosas con las que lidiar más adelante.
Adopta una actitud valiente y optimista, piensa en tu situación actual, piensa seriamente en tu futuro, comunica tus pensamientos con franqueza a tus padres, presta atención a tu independencia y no dejes que tus padres controlen tu pensamiento en voluntad. Tal vez tus padres te cuenten sus experiencias y tú adquieras ideas más maduras y seas más valiente con respecto a todo el futuro.
¡Vamos!