La razón por la que se satisfacen las necesidades de los clientes depende de su actitud ante las diversas opciones. La actitud puede desempeñar un papel integral en la evaluación de si los clientes tienen objetivos y sus comportamientos o conceptos. Lo que les gusta o no les gusta también depende mucho de la actitud. Por ejemplo, hoy en día a muchos clientes les gustan los alimentos frescos y los comprarán. En este momento, el volumen de ventas de productos congelados disminuirá.
Como otro ejemplo, las investigaciones muestran que a las mujeres cada vez les desagrada más ir de compras. Esto va de la mano con la visión masculina tradicional de que ir de compras es una tarea más que un placer. Esta actitud presenta una oportunidad atractiva para las empresas que venden sus productos online o mediante catálogos. Para que los propietarios y gerentes de tiendas atiendan a estos consumidores, deben encontrar formas de aumentar los ingresos o reducir el costo de las compras.
En otro ejemplo, las investigaciones muestran que a las mujeres les gusta cada vez menos ir de compras. Como muchos hombres tradicionales, ven las compras como una tarea más que como un placer. Este cambio de actitud se ha convertido en una atractiva oportunidad de negocio para las empresas que pueden ofrecer compras online o mediante catálogos. Porque cuando los propietarios y gerentes de tiendas brindan servicios a los clientes, deben encontrar formas de reducir los costos de compra y garantizar ganancias.
Por ejemplo, años de calificaciones bajas en las encuestas de satisfacción del cliente de J.D. Power indican que muchos consumidores están insatisfechos con la calidad de los vehículos de Chrysler Motors. Estas actitudes negativas llevaron a Chrysler a mejorar sus procesos de control de calidad e identificar las características del producto que más valoraban los consumidores.
Los especialistas en marketing deciden que una vez que a sus clientes no les gustan los productos que ofrecen, deben cambiarlos. Por ejemplo, una encuesta de satisfacción del cliente realizada por J.D. Power, que ha tenido una baja participación de mercado durante varios años consecutivos, mostró que muchos clientes no estaban impresionados con la calidad de los vehículos Chrysler. Esta reacción negativa de los clientes inspiró a Chrysler a mejorar sus procedimientos de control de calidad y, al mismo tiempo, destacó las características del producto que más preocupaban a los clientes.