En primer lugar, los candidatos deben comprender las políticas y regulaciones relevantes para los ajustes. Diferentes escuelas y especialidades pueden tener diferentes políticas de transferencia. Los candidatos deben leer atentamente el folleto de admisión o consultar la oficina de admisiones para saber si cumplen con las condiciones de ajuste y los procedimientos y requisitos específicos de ajuste.
En segundo lugar, los candidatos deben ponerse en contacto con la unidad de admisiones a tiempo. Una vez que los candidatos se enteran de que han sido transferidos, deben comunicarse con la unidad de admisiones lo antes posible para conocer los arreglos y requisitos específicos para la transferencia. Puedes comunicarte con la unidad de admisiones a través de llamadas telefónicas, correos electrónicos, entrevistas, etc. para expresar tus intenciones y necesidades.
Además, los candidatos deben buscar activamente alternativas. Si se transfieren a otra escuela o especialización, los candidatos pueden considerar aceptar la transferencia o buscar otras alternativas. Puede consultar con personas mayores, profesores o el centro de orientación profesional para conocer las perspectivas de admisión y empleo de otras escuelas y especialidades para tomar una decisión más informada.
Finalmente, los candidatos deben mantener una actitud positiva. Ser transferido no significa un fracaso, sino una oportunidad de tomar una nueva decisión. Los candidatos deben creer en su propia fuerza y potencial, y creer que pueden lograr buenos resultados y desarrollarse en su nueva escuela y especialización. Al mismo tiempo, también debemos darnos cuenta de que la adaptación es un proceso normal, no estar demasiado ansioso ni culparse, y afrontar y adaptarse activamente a nuevos entornos y desafíos.