El cuarto presidente en la historia de Estados Unidos se enfrenta a la amenaza de un impeachment. ¿Por qué se dice que el dueño de la Casa Blanca está ansioso?

El cuarto presidente en la historia de Estados Unidos que enfrenta la amenaza de un juicio político es el actual presidente de Estados Unidos, Trump. Desde que Trump asumió el cargo, muchas personas en el país han cuestionado su nivel de gobernanza y su capacidad, y muchas personas en los niveles más altos del gobierno nacional están insatisfechas con él. Los demócratas acusan a Trump de abusar del poder presidencial. Si esta acusación resulta cierta, la posición de Trump se verá gravemente amenazada.

Trump no amenazó directamente con detener la ayuda militar a Ucrania en la llamada telefónica, pero de hecho, detuvo la ayuda que se suponía que se iba a dar a Ucrania hace una semana, y Zelensky no lo hizo hasta un mes. más tarde Conozca los retrasos. La publicación de la llamada telefónica alentó aún más a la Cámara a acusar a Trump. Se informa que 218 miembros de la Cámara de Representantes están a favor de destituir a Trump.

La decisión de Trump indica que podría abandonar la Casa Blanca si tiene antecedentes de obstruir la supervisión y distorsionar los hechos. Por ello, sus críticos aguardarán con especial interés los acontecimientos del miércoles. La respuesta del Congreso a los registros telefónicos y al informe del denunciante podría ser fundamental para preparar las primeras etapas de la lucha por el impeachment y dar forma a la decisión final. Independientemente del resultado, Trump se encuentra en el centro de un inusual enfrentamiento histórico. Es el cuarto presidente en la historia de Estados Unidos que enfrenta una amenaza real de juicio político.

La investigación de la Cámara de Representantes terminó con artículos de juicio político y una mayoría en la Cámara. Nadie creía que Trump y el partido en el Senado pudieran proporcionar la mayoría de dos tercios necesaria para destituir a Trump. Como resultado, el debate sobre el impeachment se convertirá rápidamente en una batalla por el alma de la política estadounidense: la reacción de los votantes determinará quién ganará la Casa Blanca en 2020 y la dirección del país en los próximos años.

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