El mundo de los mortales es muy solitario. Todo lo que tenemos es el tiempo presente, podamos atravesarlo o no, todo está en esta vida. La soledad es un fantasma que acecha en lo profundo del alma. La boca está cansada de todo tipo de sabores, los ojos son extremadamente lujosos y los oídos están cansados de la seda y el bambú. Todo tipo de placer y excitación pueden deleitar los sentidos, pero también afectarán la capacidad de pensar de forma independiente.
Es difícil para la emoción del mundo mortal cruzar la barrera del cuerpo. En el mejor de los casos, solo puede calmar temporalmente el alma. Pero la soledad es el fantasma que nada ama más que una noche de música y una resaca. No puede esperar para vaciar los corazones de las personas y llenarlos con dientes y garras al descubierto.