El umbral de una casa antigua (prosa)

El primer rayo de luz de la mañana se refractó en el alféizar de la ventana. Abrí los ojos somnolientos y me di la vuelta para levantarme. Terminé mi cómoda noche, me lavé y me senté en el umbral por costumbre. Mirando a la gente que iba y venía frente a mí, no pude evitar pensar en el gran umbral de la vieja casa...

La vieja casa la dejó mi abuelo y estaba hecha enteramente de madera. En cuanto a cuándo se construyó, no hay registro local. Lo que permanece fresco en mi memoria son los pesados ​​umbrales incrustados a ambos lados de la puerta de madera, que tenían un metro de altura. Cuando éramos jóvenes, había una brecha insuperable entre nosotros dentro y fuera de la puerta. A menudo tropezábamos con el umbral y caíamos magullados y magullados. Me caí y seguí subiendo, me levanté y caí. Es este odioso umbral el que nos hace miserables a mis hermanos y hermanas y a mí...

¿Por qué los umbrales en las casas antiguas son tan altos? Hay una historia aquí. Umbral es homónimo de umbral, que equivale a los hombros del propietario. No lo pises fácilmente. Cada vez que paso por el umbral, el abuelo nos regaña para que bajemos, de lo contrario será malo para el maestro. También es un tipo de educación para que los adultos traten a sus hijos, especialmente a las niñas casadas. Por supuesto, todo esto se debe a la costumbre, pero no importa si lo toco...

Cuando crecimos, nuestros padres nos vieron cruzar el umbral con facilidad, dejando tras de sí una figura alargada. A medida que nos alejamos más y más, extraño aún más el umbral de mi antigua casa. Me hace fuerte y me permite cruzar un umbral tras otro en el futuro. El tiempo se está alejando cada vez más. Cuando crucé el umbral cuando era niño, lo único que me quedaron fueron recuerdos. Al mirar las paredes antiguas, me quedaron recuerdos inquietantes. Las cosas alrededor del umbral han sido remodeladas hace mucho tiempo...