En 1999, el "Lunar Prospector" de la NASA descubrió rastros de hidrógeno en cráteres lunares permanentemente situados en la cara oculta cerca de los polos lunares. Los hallazgos podrían ser una señal de agua lunar, lo que podría tener profundas implicaciones a medida que los humanos exploren más a fondo la órbita terrestre baja. Ahora, los resultados de la misión del Satélite de Detección Remota y Observación del Cráter Lunar (LCROSS) proporcionarán la respuesta final.
En abril de 2006, la NASA seleccionó el "Satélite de observación y teledetección del cráter lunar" como una misión "compañera de órbita rápida" de bajo costo que se lanzaría en 2009. La misión principal del satélite de observación y teledetección de cráteres lunares es confirmar si puede existir agua en los cráteres lunares situados permanentemente en la cara oculta y la forma de agua que puede existir. El satélite de observación y teledetección del cráter lunar se lanzará junto con el Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) en un cohete Atlas 5 desde Cabo Cañaveral, Florida, en 2009.
Después del lanzamiento, el "Lunar Reconnaissance Orbiter" se separará del "Lunar Crater Observation and Remote Sensing Satellite" y cada uno de ellos continuará volando hacia la Luna. La nave espacial pastora más pequeña permanecerá en la etapa superior Centaur del cohete Atlas 5, utilizando Centaur como impactador principal de la misión. Es algo que Centaur nunca ha hecho antes.