¿Habla sobre cómo combinar su propia realidad en la educación y la práctica docente?

El cultivo consciente de la vida está determinado en primer lugar por la dependencia del valor de la justicia. En otras palabras, sin el necesario cultivo de valores, es imposible comprender y practicar la justicia desde el principio. La equidad educativa lo es aún más. Sin conciencia de valores no habrá justicia educativa.

Para los docentes, la justicia educativa es una cuestión de tratar a los demás y a uno mismo de forma adecuada. Ser justo con los demás y con ellos mismos requiere que los docentes tengan una mente amplia y un alto sentido de misión, así como un cierto grado de autocontrol y coraje para resistir la presión y ser justos. La justicia parece ser un principio moral fácil de realizar, pero, de hecho, es difícil para las personas sin una comprensión profunda del significado de la educación o un sentido de misión, sin una dedicación desinteresada y sin un nivel de vida más alto, realizar plenamente el principio de justicia. "Equidad" e "integridad" tienen algunas diferencias sutiles en el significado de justicia. El primero se refiere a un cuenco de agua que trata a los demás y a uno mismo por igual, mientras que el segundo se refiere al carácter recto y despiadado de una persona. Es difícil para un profesor egoísta o parcial ser justo desde el punto de vista educativo. Es difícil para un maestro que es sabio pero que no puede adherirse a la verdad lograr una verdadera justicia educativa. Para lograr la equidad educativa, los docentes primero deben convertirse en personas justas. Por lo tanto, el cultivo moral y espiritual de los maestros es muy importante.

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