Bajo la influencia del condicionamiento clásico, los estímulos neutros se asocian con estímulos significativos (estímulos incondicionados) y adquieren la capacidad de inducir respuestas similares. Ivan Pavlov fue el primero en demostrar el condicionamiento clásico.
Experimento clásico
El primer experimento de Pavlov para establecer reflejos condicionados en perros fue el siguiente: use una correa para fijar al perro en el mostrador de comida en la sala insonorizada de la que se extrajo quirúrgicamente la saliva. Crearon fístulas de glándulas salivales en perros utilizando un embudo y un tubo de cuero, y las registraron con un dispositivo trazador. Al comienzo del experimento, se presentó un sonido y el perro no salivaba en ese momento.
Luego, el sonido y la comida se presentan al mismo tiempo (normalmente el sonido aparece primero durante unos segundos). Después de repetirlo muchas veces, sólo el sonido puede hacer que el perro saliva. Esto muestra que después de que el sonido (estímulo irrelevante) ha sido reforzado varias veces por la comida (estímulo incondicionado), tiene las características de una señal alimentaria y se convierte en un estímulo condicionado, que puede provocar de forma independiente la secreción de saliva. Este es el llamado reflejo condicionado. .
El estímulo condicionado que forma firmemente el reflejo condicionado también puede utilizarse como estímulo reforzante, que puede combinarse con nuevos estímulos irrelevantes para formar un reflejo condicionado de segundo nivel o de nivel superior. Los hallazgos del condicionamiento clásico pavloviano se han confirmado en general. Muchos estudios en humanos y animales sugieren que algunos síntomas físicos pueden tener un componente condicionado.