A veces, la misma palabra tiene diferentes partes gramaticales en inglés y chino. Por ejemplo, "correr" en inglés puede ser un verbo o un sustantivo, pero "correr" en chino sólo puede ser un verbo. Por lo tanto, en la traducción inglés-chino, a veces es necesario cambiar la parte gramatical de una palabra para cumplir con los requisitos de la gramática de la oración o para expresar el significado con mayor precisión. Esto puede hacer que la traducción se acerque más al significado original y sea más fácil de entender para los lectores.
El inglés y el chino son dos idiomas fundamentalmente diferentes, con grandes diferencias en pronunciación, gramática, vocabulario y expresiones. En concreto, el inglés pertenece a la familia de lenguas indoeuropeas y es una lengua formal orientada por el orden sujeto-verbo-objeto, mientras que el chino es una lengua fonológica caracterizada por los tonos y el análisis del significado de las palabras.
Estas diferencias generan problemas como la conversión de partes del discurso, la traducción y la expresión en el proceso de traducción inglés-chino. Al mismo tiempo, estas diferencias también plantean desafíos para el aprendizaje del inglés y del chino, lo que exige que los alumnos se esfuercen más.
La traducción inglés-chino es un proceso que requiere una atención especial. Las siguientes son algunas medidas preventivas:
1. Expresiones refinadas: las expresiones en inglés suelen ser más concisas que las chinas, por lo que en el proceso de traducción del inglés al chino se debe prestar especial atención a refinar las expresiones y evitarlas. Mucha retórica y tonterías.
2. Preste atención a la gramática: el inglés y el chino tienen estructuras gramaticales diferentes. Debe comprender cuidadosamente el texto original para asegurarse de que la gramática traducida sea precisa.
3. Presta atención al vocabulario: el inglés y el chino expresan el vocabulario de forma diferente. Algunas palabras tienen múltiples significados en inglés y deben entenderse y traducirse según el contexto.
4. Evite la traducción literal: al traducir algunas palabras y modismos del inglés al chino, tenga cuidado de evitar la traducción literal, pero traduzca según el contexto y los hábitos lingüísticos.
5. Preste atención a las diferencias culturales: el inglés y el chino viven en entornos culturales diferentes. Debemos prestar atención a las diferencias culturales al traducir y no podemos copiar las características culturales del inglés al chino.
6. Mantenga la continuidad lógica: la lógica del lenguaje y la estructura de las oraciones en inglés pueden ser diferentes a las del chino, por lo que la continuidad lógica y la estructura de las oraciones deben mantenerse concisas y claras al traducir.
En resumen, la traducción inglés-chino debe combinar los antecedentes culturales y lingüísticos, prestar atención a la precisión de la gramática, el vocabulario y la expresión, garantizar que la traducción se acerque al significado original y ajustarse a la expresión china. hábitos y garantizar la calidad de la traducción.