Recopila puntos de conocimiento importantes. Las preguntas no tienen por qué ser difíciles. La base es fundamental. No te concentres en una sola pregunta por examen.
Necesitas relajarte y preparar un cuaderno y una serie de preguntas equivocadas para registrar tus errores.
El cuaderno registra algunos detalles y puntos clave que fácilmente se pasan por alto. No te angusties. En definitiva, ten confianza y cree que puedes hacerlo.