Cuando era estudiante de tercer año, conocí a un estudiante de segundo año en nuestro departamento. (Literalmente, son estudiantes de segundo y tercer año, pero según el siguiente artículo, parece más apropiado que estén en el mismo grado). No es muy alto ni muy guapo, pero es muy agradable, encantador y fuerte. En cierto modo lo envidio. Él es muy simple, muy simple.
No me importa la objeción de mis padres (de estar con él). Estamos muy felices juntos. Todas las mañanas viene a buscarme a mi dormitorio. Después de clase, nos sentábamos junto al arroyo que rodeaba el campus o tomábamos el sol en el césped; por la noche, él me llevaba de regreso al dormitorio; Su familia era pobre, pero para hacerme feliz, pidió dinero prestado a amigos para comprarme regalos y me invitó a cenar. Todos los compañeros de nuestra clase lo consideraban un modelo y todas las chicas estaban celosas de mí. Él no es de aquí, pero quiere quedarse aquí después de graduarse. Creo que estaremos juntos en el futuro. Sin embargo, trabajé a tiempo parcial durante el verano. La gente empezó a presionarme mucho. Todos decían que una chica hermosa e inteligente como yo debería encontrar un novio mejor. Esto es exactamente lo que piensa mi familia. Se quedó en casa todo el verano, así que tuve que soportarlo todo yo sola. Cuando regresó de casa, comencé a criticarlo. Pero su actitud abierta y entusiasta pronto hizo que todo lo desagradable fuera cosa del pasado. Desafortunadamente, no tenía idea de cuánto lo había lastimado y cómo terminarían las cosas.
No solo encontró un trabajo a tiempo parcial fuera del campus con buenos ingresos, sino que también obtuvo un examen de ingreso de posgrado de una de las mejores universidades del país debido a su excelente desempeño en la escuela. Al contrario, sus notas y su trabajo fueron insatisfactorios. Comencé a preocuparme por sus gastos diarios, su trabajo y sus calificaciones. Casi todos mis compañeros y amigos me sugirieron que rompiera con él. Luego, en junio pasado, tuvimos una gran pelea. Se sentía miserable y mi frialdad y mala actitud comenzaron a alejarlo de mí.
A medida que se acercaba la graduación, dijo que quería regresar a su ciudad natal. Dijo que no me soportaba más. Me quedé atónita y lo miré con desesperación.
El verdadero amor llega sólo una vez, y cuando lo encontré, ya era demasiado tarde.
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PD: Siempre soy feliz cuando estoy contento, tal vez debería ser así a veces. ...