¿Qué más harán los candidatos presidenciales estadounidenses además de atacar a China?

El segundo debate de las elecciones estadounidenses ha terminado. El proceso de debate estuvo lleno de chispas y entusiasmo. Para resumirlo en palabras de un internauta estadounidense: "No creo que este debate tenga ningún efecto. "Cualquier impacto, porque básicamente se trata de atacarnos unos a otros personalmente y nada nuevo". En los dos debates televisados ​​entre Trump y Hillary Clinton, China siguió la práctica histórica y disparó inocentemente.

El segundo debate televisado entre los dos candidatos presidenciales en las elecciones estadounidenses de 2016 se celebró en la Universidad de Washington en St. Louis, EE.UU. En el primer debate entre los dos hombres celebrado anteriormente, China entró a los cinco minutos de la apertura. El creciente desempleo, el creciente déficit comercial, el cambio climático... los dos parecen culpar a China por todos los problemas que enfrenta Estados Unidos.

De hecho, crear problemas con China no es nada nuevo en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Desde la fundación de la República Popular China, el tema de China siempre ha sido indispensable en las elecciones estadounidenses. Quizás debido al creciente poder nacional, China ha entrado gradualmente en la "perspectiva global" de los estadounidenses, por lo que el tema de China o las relaciones chino-estadounidenses se convertirá en el blanco del bombardeo de los candidatos. China está preocupada por esto y el pueblo chino se ríe de ello.

El ejemplo más típico es la promesa hecha por Mitt Romney, candidato republicano en 2012, durante la campaña presidencial: "El primer día de mi toma de posesión, China figurará en la lista de manipuladores de divisas como Aunque no tuvo la oportunidad de implementarlo, para un defensor de los intereses comerciales en la industria del capital, fue público. Criticar a China es un movimiento arriesgado.

No es raro que las autoridades estadounidenses no tengan ninguna cura para la crisis económica, o incluso ninguna forma de remediar la situación, y las dos partes internas invariablemente recurrirán a acusaciones negativas y eludirán su responsabilidad, siendo China convirtiéndose en el chivo expiatorio.

Aunque China recibe constantemente disparos en cada elección estadounidense, el orgullo en nuestros corazones es evidente. El mensaje transmitido por diversas declaraciones en los Estados Unidos obviamente coloca a China en la posición de un oponente, lo que hasta cierto punto demuestra que la propia patria se ha vuelto más fuerte. ¡Cuanto más nos atacan, más culpables son! Precisamente con oponentes más fuertes tendremos la motivación para tomar prestada una frase de la película La sirena de Stephen Chow: "¡Qué solitario es ser invencible!