Se nos dice que el problema del hombre moderno es que constantemente intenta separarse de la naturaleza. Se sentó en lo alto de una pila de polímero, vidrio y acero, colgando las piernas y observando desde lejos la vida retorciéndose en el planeta. Según esta representación, el hombre se convierte en una enorme fuerza letal y la tierra en algo débil, como burbujas que se elevan en la superficie de un estanque rural, o como una bandada de delicados pájaros.