¡Hola!
No pude evitar escribirte hoy porque a menudo te veo en la televisión como alguien que abandonó la escuela debido a la pobreza; tus ojos están llenos de deseo de aprender y expectativa de una vida mejor.
Mi nombre es XXX, tengo 13 años. Soy un niño alegre, vivaz y feliz. Puede que seas una niña hermosa y encantadora, o puede que seas un niño con grandes ambiciones. Pase lo que pase, integrémonos en la gran familia de nuestra patria, unamos nuestras manos y nuestros corazones, disfrutemos de la cálida amistad y construyamos un puente de amistad durante las actividades.
Quiero saber ¿qué estás haciendo ahora? ¿Sentado en un aula espaciosa y luminosa y escuchando la conferencia del profesor? ¿O estás sentado en el umbral con lágrimas en los ojos porque no puedes pagar la matrícula, ansioso por entrar al aula y surcar el océano del conocimiento? ¿Dónde están tus padres? ¿Ya no están y se han ido a trabajar lejos?
Caminó desde una montaña lejana hasta la escuela, un viaje lleno de baches y barro, para poder sumergirse en el océano del conocimiento y darse un mañana mejor.
Aunque no nos conocemos, vivimos en la tierra fértil de nuestra patria, con el mismo cielo azul sobre nuestras cabezas, y crecemos bajo el brillante sol. Aunque estamos a miles de kilómetros de distancia, nuestros hermosos corazones infantiles comparten el mismo anhelo: amar nuestra ciudad natal, estudiar mucho y hacer que nuestra patria sea más próspera y fuerte en el futuro.
Te deseo:
Que tengas una vida feliz y aprendas subiendo un tramo de escaleras.
Tu amigo: XXX