En el acuerdo de trabajo, el Ministerio de Educación propuso ampliar la educación en programación a los estándares curriculares de tecnología de la información para capacitar y mejorar aún más las habilidades de programación de software de los maestros relevantes. De hecho, en los últimos años, los ministerios y comisiones de varios países han introducido sucesivamente muchas políticas relacionadas con la inteligencia artificial y la programación. Desde una perspectiva global, la educación en programación ha sido una práctica habitual desde hace mucho tiempo. Además de las tres habilidades básicas de lectura, escritura y aritmética, la programación infantil se ha convertido en la cuarta habilidad básica que los niños deben dominar.
Más de 24 países en el mundo han incluido la programación educativa en los planes de estudio y enseñanza de primaria y secundaria. La educación en programación puede ayudar a los niños a adaptarse más rápidamente al desarrollo social. Estamos en una era de rápido desarrollo de Internet y la inteligencia artificial. La programación se ha convertido en una forma para que los niños se adapten a la sociedad del futuro. Más importante aún, aprender a programar puede cultivar las habilidades útiles de los niños, independientemente de lo que hagan en el futuro, puede cultivar la capacidad de pensamiento lógico de los niños.
Aprender a programar es un proceso de entrenamiento de la integridad y la lógica del pensamiento. Los niños que son buenos programando también son buenos aprendiendo otras materias y desarrollan hábitos rigurosos y meticulosos. Un lenguaje de programación es un lenguaje muy complejo. Al escribir un programa, si falta un símbolo o una letra, el programa no se ejecutará correctamente. ¿Esto requiere que los niños abandonen el aprendizaje de programación? ¿Apresurado? Los buenos hábitos favorecen el cultivo de hábitos rigurosos y meticulosos en los niños y la mejora de sus capacidades para resolver problemas. La programación puede hacer realidad la creatividad de los niños y centrarse en la práctica. Desempeña un gran papel para ayudar a los niños a mejorar su creatividad, imaginación y capacidad práctica, permitiéndoles liberar su iniciativa y mejorar su capacidad para resolver problemas.