Si usted y su mentor tienen una relación cercana y su mentor no muestra ninguna aversión obvia a su boda u otro evento, entonces invitar a su mentor es una señal de respeto y aprecio. Sin embargo, si su asesor expresa interés o aversión a asistir a su boda, lo mejor es seguir sus deseos.
En general, es necesario tener en cuenta la situación personal del tutor y su posible actitud ante vuestra boda antes de tomar una decisión.