1. Después de un día de tarea intensiva, tu espíritu está bastante agotado, y es muy ineficiente seguir estudiando.
2. Acuéstate temprano por la noche. Sólo cuando tu cuerpo esté bien podrás afrontar las tareas del día siguiente.
3. Las 4 de la mañana no es ni demasiado temprano ni demasiado tarde. En este momento, el aire es bueno y tranquilo, lo que es un buen momento para estudiar.
¡Te deseo buenos resultados en el examen!