Mejor nutrición y dieta: en el pasado, la alta incidencia de cáncer gástrico en algunas áreas estaba relacionada con hábitos dietéticos, como alimentos ricos en sal, grasas, altas temperaturas, etc. La gente moderna presta más atención a una dieta saludable, consume más verduras, frutas y alimentos con fibra y reduce la ingesta de algunos carcinógenos.
Higiene y seguridad alimentaria: Las mejoras en los estándares modernos de saneamiento y seguridad alimentaria ayudarán a reducir el riesgo de cáncer de estómago. La manipulación y el almacenamiento higiénicos de los alimentos pueden reducir el riesgo de infecciones bacterianas y virales, que pueden provocar cáncer de estómago.
Control de Helicobacter pylori: Helicobacter pylori es una bacteria asociada a gastritis y cáncer gástrico. La detección y el tratamiento de Helicobacter pylori en países desarrollados como Estados Unidos pueden ayudar a reducir el riesgo de cáncer de estómago asociado con esta infección bacteriana.
Diagnóstico precoz y tratamiento precoz: El avance de la tecnología médica moderna hace posible que el diagnóstico precoz y el tratamiento temprano el cáncer gástrico detectado a tiempo pueda recibir un mejor tratamiento.
Cambios en el estilo de vida: los estadounidenses se han vuelto más conscientes de los estilos de vida poco saludables como fumar y beber. Cada vez más personas eligen dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol, lo que reduce el riesgo de cáncer.
Educación sanitaria: la popularización de la educación sanitaria puede ayudar a las personas a comprender y prevenir mejor enfermedades como el cáncer gástrico, y permitir al público tomar medidas preventivas de forma consciente.
Cabe señalar que la incidencia del cáncer gástrico está relacionada con muchos factores, entre ellos factores genéticos y ambientales. Aunque las tasas de cáncer gástrico han disminuido en los Estados Unidos, es posible que todavía existan tasas más altas en otras regiones. La popularización e implementación de medidas integrales y la mejora de la concienciación sobre la salud pública ayudarán a reducir el riesgo de cáncer gástrico.