Pequeña mina de carbón, sandía de hierro, el tío la sostiene en sus brazos, hasta el diablo le tiene miedo en su sueño.
Ya tengo mucho miedo, y también tengo mucho miedo por las noches. Cerré la ventana y me quedé dormido. La mina está debajo de la cama.
En cuanto se tira del hilo, este florece y el demonio regresa a su ciudad natal para llamar a su madre.
2. Segunda cuñada Wang
Con una camisa escarlata, la segunda cuñada Wang remó en el río todo el día;
La El enemigo había llegado y la noticia se difundió, diciéndole al Octavo Ejército de Ruta que se apresurara montaña abajo.
Cuando el enemigo se vaya, pesca los peces y los camarones y envíalos a la montaña en barco.
3. Miedo a la explosión de una mina terrestre
Bolígrafo rojo, bolígrafo azul, gran lema en la pared;
El diablo se asustó mucho después de verlo. Creo que será mejor que lo rasque, no sea que exploten las minas de la pared.
Quiso dejar de afeitarse, pero el oficial japonés detrás de él lo obligó;
le aplastó la cabeza y se la afeitó, y con un golpe, todo floreció.
4. Aprenda del buen ejemplo de Lei Feng
Aprenda del buen ejemplo de Lei Feng, sea leal a la revolución y al partido, y tenga claro el amor y el odio.
Ten una postura firme y un fuerte espíritu de lucha. Aprende del buen ejemplo de Lei Feng y ponlo donde lo pongas.
Estoy dispuesto a ser un tornillo en la revolución, dejar que brille el colectivismo y aprender del buen ejemplo de Lei Feng.
Nunca olvides la dificultad y la sencillez, la abnegación y la devoción al servicio público son un modelo de lo noble que es la moral proletaria.
Aprenda del buen ejemplo de Lei Feng. El presidente Mao le enseñó a tenerlo en cuenta y a sostener el arma con fuerza.
5.
Remamos, el barco empuja las olas, y la preciosa torre blanca se refleja en el mar.
Rodeado de árboles verdes y paredes rojas, el barco flota suavemente en el agua y la brisa fresca sopla frente a ti.
El pañuelo rojo mira al sol, el sol brilla en el mar, y los peces en el agua nos miran.
Después de terminar los deberes del día, vamos a jugar. Le pregunto a tu querido socio.
¿Quién nos arreglará una vida feliz? El barco flotaba suavemente en el agua y una brisa fresca nos daba en la cara.