Esta es una forma de liquidar las tarifas de las clases, que se cobran según el número de alumnos impartidos.
Cuantos más estudiantes haya, más tasas de matrícula se cobrarán.
Este método de liquidación es realmente bueno para los profesores, porque el número de estudiantes es grande y la gestión es difícil. Puedes cobrar por lecciones adicionales.
Cuando el número de estudiantes es grande, cobrar por cabeza es más rentable que cobrar por clase.