1. Mantenga la calma: primero, los maestros deben mantener la calma y no entrar en pánico. Esto ayuda a estabilizar las emociones de los estudiantes y garantizar que reciban la ayuda adecuada.
2. Abra las vías respiratorias: haga que el estudiante se recueste y se incline ligeramente hacia atrás. Luego, quíteles los cuellos, corbatas o bufandas y otras prendas que puedan impedir su respiración.
3. Administración de oxígeno: Si la escuela cuenta con botellas de oxígeno, los estudiantes pueden recibir oxígeno rápidamente. Esto ayudará a mejorar su respiración y evitará un mayor deterioro.
4. Respiración artificial: Si el estudiante no tiene la capacidad de respirar por sí solo, se podrá realizar respiración artificial. Primero, asegúrese de que la boca y las vías respiratorias de los estudiantes estén despejadas. Luego, acerque su boca a la boca del estudiante, sople aire lentamente y observe si el pecho del estudiante sube y baja.
5. Llame a los servicios de emergencia: Es importante que los estudiantes permanezcan tranquilos y cómodos mientras esperan que llegue el personal de emergencia. No permita que el estudiante se ponga tenso o se mueva demasiado para evitar agravar la condición.
6. Prepare un botiquín de primeros auxilios: Si la escuela tiene un botiquín de primeros auxilios, este generalmente contendrá algunos medicamentos y equipos de primeros auxilios de uso común. Estos artículos se pueden utilizar rápidamente para el tratamiento inicial antes de que lleguen los socorristas.
Los síntomas de la disnea son:
1. Los estudiantes con disnea pueden tener síntomas de dificultad para respirar y dificultad para respirar. Es posible que sientan que no respiran lo suficiente y necesiten respirar profundamente o con frecuencia para aliviar los síntomas. Este síntoma puede afectar la concentración de un estudiante, dificultándole concentrarse en estudiar o participar en actividades.
2. Los estudiantes que tienen dificultad para respirar pueden tener síntomas de opresión en el pecho. Pueden sentir presión en el pecho y, a veces, incluso dolor o malestar. Este síntoma puede afectar el estado emocional y psicológico de los estudiantes, haciéndolos sentir ansiosos o incómodos.
3. Los estudiantes que tienen dificultad para respirar también pueden presentar síntomas de tos y sibilancias. La tos puede ser seca o producir flema, mientras que las sibilancias pueden caracterizarse por sibilancias evidentes o sonidos de sibilancia al respirar. Estos síntomas pueden afectar la calidad del sueño de un estudiante y hacerlo sentir cansado e incómodo.
4. Los estudiantes con dificultad para respirar pueden presentar otros síntomas, como mareos, palpitaciones, ansiedad e insomnio. Estos síntomas pueden afectar la vida diaria y el rendimiento académico de los estudiantes y requieren tratamiento médico inmediato.