Regla clásica 5: La ley de no valer la pena: no desperdicies tu vida en asuntos triviales y sin sentido

Las cosas pueden ser grandes o pequeñas, su significado puede ser ligero o pesado y su ritmo puede ser lento o urgente. Frente al mundo complicado, debemos tener un gobernante en nuestro corazón para sopesar siempre las prioridades de las cosas y si valen nuestro tiempo y energía.

La expresión más intuitiva de la ley de la indignidad es: cualquier cosa que no valga la pena hacer, no vale la pena hacerla bien.

La ley de la indignidad nos dice: No hagas cosas que no valen la pena hacer. Desafortunadamente, la mayoría de las personas no hacen esto. Están ocupadas toda su vida, pero pierden su tiempo y energía en cosas triviales que no valen la pena hacer. Como resultado, están ocupadas toda su vida pero no logran nada.

Nunca pienses que hacer algo es mejor que no hacer nada. Cuando las personas piensan que están haciendo algo pero no están logrando nada, eso es peor que no hacer nada en absoluto. Porque se consuelan con el ajetreo de "sentirse bien consigo mismos", creando la ilusión de diligencia. La verdad es que desperdician tiempo y energía preciosos en cosas que no valen la pena hacer, y se adormecen y se engañan a sí mismos.

Lo contrario de la ley de la indignidad es: cualquier cosa que valga la pena hacer, vale la pena hacerlo bien.