Al salir del pequeño teatro y entrar a la sala de exhibición física, me vino a la mente la escena electoral, recreando la escena en la que Kennedy fue elegido presidente número 35 en la Convención Demócrata de 1960 en Los Ángeles. Por todas partes colgaban lemas, banderas y diversos materiales de campaña que apoyaban a Kennedy. La pantalla en la pared era el material de audio y video original del discurso de Kennedy en la convención de nominación de ese año.
La siguiente exposición equivale a entrar a la Casa Blanca, recreando el pasillo de la Casa Blanca, el Despacho Oval, el salón de la Primera Dama y una gran cantidad de valiosos obsequios entregados por amigos políticos de todo el mundo. .
Al entrar en un corto túnel negro, te recibe un enorme muro cortina de vidrio negro, que es casi una plaza interior. El muro cortina de vidrio de diez pisos está sostenido por marcos de acero negro y no contiene nada más que una bandera estadounidense gigante que cuelga de la parte superior. Lo que se ve desde la pared de cristal es muy luminoso, con una vista panorámica del puerto de Boston, la bahía de Dorchester, el mar y el cielo. La esencia del arquitecto y el cuidado del diseñador expositor están a la vista. Los visitantes obtienen un enorme impacto sensorial y emocional.