Esta manzana es tan pequeña como un arándano y necesito un microscopio para verla.
2. Este cachorro es tan pequeño como una hormiga. Tenía miedo de pisarlo accidentalmente cuando caminaba por el suelo.
Esta colina es tan pequeña que puedo nivelarla con una cuchara.
4. La fuente de este libro es tan pequeña como una hormiga bailarina. Tuve que usar una lupa para ver cada letra.
La voz del niño era tan baja como una mosca zumbando en su oído. Tuve que acercar mi oído a su boca para oírlo.
Los caramelos de esta caja son tan pequeños como la arena. Tuve que usar una lupa para ver sus formas y colores.
Esta habitación es tan pequeña como una jaula de pájaros. Podría extender la mano y tocar las paredes a mi alrededor.
Esta taza es tan pequeña como mi pulgar, por lo que solo puedo beberla de una vez.
Las flores de este jardín son tan pequeñas como ojos de hormiga. Tuve que agacharme para ver sus pétalos.
10. Este televisor es tan pequeño como un reloj. Tuve que usar una lupa para ver lo que había en la pantalla.
11. Este coche es tan pequeño como un coche de juguete. Puedo guardarlo en mi bolsillo fácilmente.
12. La pantalla de este teléfono es tan pequeña como una uña. Tuve que usar una lupa para leer las palabras.
13. Esta hierba es tan pequeña como un césped. Puedo taparla con un vaso de papel desechable.
14. El teclado de este ordenador es tan pequeño como una hormiga bailarina. Tuve que usar una lupa para presionar cada tecla con precisión.
15. La puerta es tan pequeña como un sobre. Tuve que girar de lado para pasar.
16. Estas frases hipérboles reducidas logran un efecto retórico al exagerar la pequeñez de las cosas para enfatizar las características pequeñas e insignificantes de las cosas.
17. El apetito es tan pequeño como el de un pájaro, y no puede ni comer un grano de arroz.
A los 18 años, era tímida como una hormiga y ni siquiera se atrevía a luchar contra un mosquito.
A sus 19 años, es tan bajo como un niño y siempre se le considera un estudiante de primaria cuando camina por la calle.
20. Su voz era tan baja como el chirrido de un mosquito y los demás no podían oír lo que decía.