Antes de la guerra, su mozo de cuadra le preparó un caballo, pero le faltaba un clavo al herrar el caballo.
Por falta del clavo, la herradura se perdió durante la marcha.
Durante la guerra, el caballo de guerra fue volcado por el enemigo por falta de esta herradura, lo que provocó la captura del rey y Carlos III perdiendo la guerra y el país.
Esta historia ilustra que los detalles determinan el éxito o el fracaso.