2. Riego: Regar según la estación, normalmente una vez cada dos o tres días en primavera y otoño, cuando la temperatura es alta y la pérdida de agua es rápida, en invierno. , cuando la temperatura es baja y el crecimiento es lento, una vez a la semana es suficiente. No importa en qué estación riegues, no dejes que el agua se acumule en el suelo.
3. Fertilización: Se necesita una gran cantidad de nutrientes en la temporada alta, por lo que el abono debe realizarse de manera oportuna. Simplemente cubra con fertilizante líquido cada dos meses. Tenga cuidado de no aplicar el aderezo en las raíces, sino en los bordes de la maceta.
4. Control de temperatura: Presta atención a las altas temperaturas en verano y a las bajas en invierno. Si la temperatura supera los 30 grados en verano, se debe reforzar la ventilación y rociar agua con frecuencia. En invierno, la temperatura es baja. Cuando sea inferior a 5 grados, conviene subir la temperatura y trasladarla a un lugar cálido, preferiblemente por encima de los 10 grados, para sobrevivir mejor al verano y al invierno.